jueves, 10 de abril de 2008

Desde Pemba con temor

Nos sorprende de nuevo ese bicho peludo y húmedo por debajo de las axilas, detrás de las orejas, en el cuello empapado. Ese calor sofocante que absorbe el oxígeno y apenas deja un mínimo resquicio para llevar algo que respirar a los pulmones. Estamos en Pemba.

De hecho llevo dos días intentando sin éxito subir este texto al blog. Internet aquí es una quimera.


A las cuatro y media de la madrugada esperábamos en Maputo, frente al hotel Mozaica a Félix, un alegre taxista “amigo de los precios justos”. Le acababa de llamar, aunque el día anterior me juró que no era necesario. “Estou a vir, estou a vir!” me dijo en un indudable despertar de sobresalto. Cuando faltaban quince minutos para las cinco seguía sin aparecer. Le volví a llamar.


- ¿Se ha perdido?
- No, no, estou a vir.
- ¿Cinco minutos?
- Dez, dez!!”


A las cinco menos cinco llegó y a las cinco y cinco estábamos en el aeropuerto. Tardó diez minutos lo que normalmente suelen ser veinticinco. En alguna curva estuve a punto de decirle que tuviera cuidado, que llevaba una mujer embarazada.


En la capital de Cado Delgado nos esperaban los amigos y los sobres enviados desde lejos. Uno de mi padre (al que le apasiona decorar los sobres para envidia diseñadores. Dentro me daba un pormenorizado informe de la situación familiar) y otro de Montevideo, de esas amigas tan queridas Viqui y Alejandra y que contenía un libro del país de la buena literatura y un disco de la tanguera y amiga Mónica Navarro. Además de una carta llena de recuerdos y cariños.


Con los camaradas de viaje africano, pusimos al día los chascarrillos, las novedades del corazón y de la política, los sueños y las aspiraciones. Y cómo no, el embarazo de Edna como tema central, como gran novedad a la que todos quieren ofrecer sus felicitaciones. Comimos en horarios desordenados y arrastramos un sueño embadurnado en repelente contra los mosquitos. La sobremesa nos trajo la puesta del sol.


Decidimos que Edna bajará a Maputo en avión lo antes posible y que yo me agenciaré un socio para bajar con el carro. De momento hay dos candidatos, Nico y Álvaro. Uno argentino, y otro colombiano. Excelente combinación para atravesar Mozambique de norte a sur. Pero metidos en esta noria loca en la que estamos las noticias cambian de día en día, así que mañana no qué será.


Todos los ocho de marzo son el día internacional de la Mujer. Además, el siete de abril, el lunes, fue el día de la Mulher Moçambicana. Por lo tanto, también el día de la hijita de Sabulia. La Organización de la Mujer Moçambicana organizó un acto en el que saludaban entusiasmadas al camarada Guebuza, presidente del país. Yo tendré que esperar a que Amina, la hija de Sabulia se cure de la malaria para regalarle la muñeca de madera que trajimos desde Maputo para ella.


Hace calor, mucho calor en Pemba y la temporada de lluvias terminó pero los mosquitos siguen amenazantes. Cuento las horas que faltan para que Edna regrese a Maputo.

1 comentario:

cris dijo...

kaixooooooo
ya tenía ganas de saber algo de vosotros. Imaginaba que andabais por el Norte.
Quería saber de mi Ednita querida, de vuestro embarazo. Cuidarosssss mucho.

Las sorginas ya tienen comprada la escoba con la que viajaran hasta esos lugares en los que vosotros ya no os sentis tan extraños.
Ya ves Karlos qué buen literato eres que has convencido a 4 sorgiñitas para conocer los lugares y las gentes sobre las que escribes.

muxu bana

cris